Biblia Viva

...la Biblia de Jerusalén

II Samuel 22, 28-40

28 Tú que salvas al pueblo humilde, y abates los ojos altaneros.

29 Tú eres, Yahveh, mi lámpara, mi Dios que alumbra mis tinieblas.
30 Con tu ayuda las hordas acometo, con mi Dios escalo la muralla.
31 Dios es perfecto en sus caminos, la palabra de Yahveh, acrisolada,

él es el escudo de cuantos a él se acogen.

32 Pues ¿quién es Dios, fuera de Yahveh? ¿Quién Roca, sino sólo
nuestro Dios?

33 El Dios que me ciñe de fuerza y hace mi camino irreprochable.

34 Que hace mis pies como de ciervas, y en las alturas me sostiene en

pie.

35 El que mis manos para el combate adiestra, y mis brazos para

tensar arcos de bronce.

36 Tú me das tu escudo salvador, multiplicas tus respuestas favorables

37 Mis pasos ensanchas ante mí; no se tuercen mis tobillos.

38 Persigo a mis enemigos, los deshago, no vuelvo hasta haberlos
acabado.

39 Los quebranto, no pueden levantarse, sucumben debajo de mis

pies.


40 Para el combate de fuerza me ciñes, doblegas bajo mí a mis
agresores,